“Democracia” es uno de esos términos que son esencialmente inútiles, a menos que quien lo utiliza defina primero su significado. Después de todo, el término “democrático” puede significar cualquier cosa, desde la democracia directa en pequeña escala, hasta las megaelecciones que vemos en los enormes estados constitucionales de hoy. Entre la izquierda socialdemócrata moderna, a menudo el término significa simplemente “algo que me gusta”.
El significado del término también puede variar significativamente de un momento a otro, y de un lugar a otro. Durante el período jacksoniano, el Partido Demócrata ‒que en ese momento era el partido descentralista, de libre mercado y jeffersoniano‒ se llamaba “La Democracia”. A mediados del siglo XX, el término significaba algo completamente distinto. En Europa, el término llegó a adoptar una variedad de significados diferentes de un lugar a otro.
Para nuestros propósitos aquí, quiero centrarme en cómo un europeo en particular ‒Ludwig von Mises‒ utilizó el término.
Aunque muchos estudiantes modernos de von Mises suelen ser muy escépticos respecto de la democracia de varios tipos, está claro que el propio von Mises utilizó el término con aprobación. Pero von Mises utilizó el vocablo de una forma muy diferente de como es utilizada por la mayoría hoy en día. La visión misesiana contrasta con las concepciones modernas de una “democracia”, según la cual el gobierno de la mayoría es impuesto por la fuerza a toda la población. Como los estados democráticos modernos ejercen un poder monopólico sobre sus poblaciones, no hay escapatoria a esta “voluntad de la mayoría”.
La democracia misesiana es algo completamente distinto.
La visión de von Mises de la democracia debe ser entendida a la luz de su apoyo a la secesión ilimitada como herramienta contra el gobierno mayoritario. Para von Mises, “democracia” significa el libre ejercicio del derecho de salida, por el que la supuesta “voluntad de la mayoría” se vuelve inaplicable contra aquéllos que buscan irse.
Además, sólo puede ser entendida la idea de democracia de von Mises si se observa que la concepción de von Mises de un “estado” liberal no es ‒en realidad‒ en absoluto un estado como se lo entiende hoy. Von Mises contradice la definición común del estado como una organización con el monopolio sobre los medios de coacción. Para von Mises, la pertenencia a un estado “libre” es, en última instancia, voluntaria, ya que la secesión sigue siendo siempre una opción.
La visión de Mises sobre la autodeterminación y la secesión
Von Mises apoyaba la idea de un sistema político al que denominaba “estado nacional libre”. Sin embargo, el estado nacional de von Mises no es un estado monopólico, porque von Mises sostenía que “ningún pueblo, ni ninguna parte de un pueblo, podrá ser retenido contra su voluntad en una asociación política que no desee”.
Para von Mises, los habitantes de cualquier parte de un estado nacional son libres de ejercer su derecho a la autodeterminación, y de salir del estado mediante la secesión. Como lo expresó von Mises:
El derecho de autodeterminación en relación con la cuestión de la pertenencia a un estado significa, por tanto: siempre que los habitantes de un territorio particular, ya sea una sola aldea, un distrito entero, o una serie de distritos adyacentes, hagan saber, mediante un plebiscito celebrado libremente, que ya no desean permanecer unidos al estado al que pertenecen en ese momento, sus deseos deben ser respetados y cumplidos. … Si fuera posible de alguna manera conceder este derecho de autodeterminación a cada persona individual, habría que hacerlo.
Mises contrasta este tipo de libre asociación con el “estado principesco”, que es esencialmente el estado moderno tal como lo conocemos. El estado principesco, escribe von Mises, “lucha incansablemente por la expansión de su territorio y por el aumento del número de sus súbditos. … Cuanta más tierra y más súbditos, más ingresos y más soldados”. Cuando este tipo de estado no se está expandiendo, se ocupa de mantener sus fronteras y, por lo tanto, una vez dentro de las fronteras de este estado, a todas las poblaciones se les niega cualquier derecho de autodeterminación. Después de todo, tolerar la autodeterminación ‒y el derecho de secesión que naturalmente le sigue‒ sería tolerar el desmembramiento del estado.
Mises presenta una alternativa:
El liberalismo no conoce conquistas ni anexiones… el problema del tamaño del estado no le importa. No obliga a nadie a entrar en la estructura del estado contra su voluntad. Quien quiera emigrar no se ve impedido. Cuando una parte de la población de un estado quiere abandonar la unión, el liberalismo no se lo impide. Las colonias que quieren independizarse, sólo tienen que hacerlo.
Sólo si consideramos el contexto presentado por von Mises podemos aquí entender a von Mises cuando presenta su definición de democracia: “La democracia es autodeterminación, autogobierno, autarquía”. Dicho de otro modo, “democracia” significa que grupos de personas –incluso grupos muy pequeños– pueden elegir libremente permanecer en un determinado estado, o abandonarlo. Así, vemos que esta idea de democracia es incompatible con la idea misma del estado moderno.
Para von Mises, democracia definitivamente no significa lo que ha llegado a significar en el uso moderno: que todos los ciudadanos dentro de un territorio estatal específico están obligados a someterse a las leyes aprobadas por la coalición mayoritaria gobernante de ese territorio, pase lo que pase.
El problema del gobierno de la mayoría
De hecho, von Mises conocía a fondo el problema del gobierno mayoritario y cómo es utilizado para despojar a los individuos de sus derechos. Este proceso es especialmente peligroso en sociedades diversas, en las que la población en general contiene muchos grupos culturales con valores incompatibles.
Von Mises escribe que en territorios culturalmente diversos,
la aplicación del principio de la mayoría no conduce a la libertad de todos, sino al gobierno de la mayoría sobre la minoría. … El gobierno de la mayoría significa algo muy diferente aquí que en territorios nacionalmente uniformes; aquí, para una parte del pueblo, no es un gobierno popular, sino un gobierno extranjero.
Von Mises señala que para aquellos que están en el lado perdedor ‒es decir, aquellos dentro del grupo cultural minoritario, fuera del poder‒ el gobierno de la mayoría significa esencialmente una pérdida permanente de cualquier capacidad para afectar significativamente las políticas adoptadas por el estado. Aquellos grupos que tienen pocas esperanzas de competir con la coalición mayoritaria, han sido esencialmente conquistados y están sujetos a un tipo de “gobierno extranjero”.
Von Mises comprendió que la única solución sostenible a este problema es respetar el derecho de autodeterminación garantizado por la secesión.
Sin este derecho de autodeterminación y secesión ilimitada, cada estado es en la práctica un estado monopólico que puede imponer sus propios valores y agenda a toda la población. La presencia de elecciones e instituciones “democráticas” ‒en el sentido común y moderno‒ hace poco o nada para mitigar el poder del estado sobre quienes preferirían irse o gobernarse a sí mismos de manera diferente.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko