Por segunda vez en este ciclo electoral, el Domingo pasado un hombre pudo acercarse a Donald Trump con un rifle. El expresidente estaba jugando golf, cuando agentes del Servicio Secreto vieron el cañón de un rifle asomando entre unos arbustos, justo al lado del campo, cerca de un hoyo en el que Trump pronto jugaría. Los agentes dispararon contra el sospechoso, lo que hizo que éste huyera mientras Trump era sacado del curso. Poco después, el hombre fue detenido por la policía.
Del bosque donde se escondía el sospechoso, fueron recuperados un rifle con mira telescópica, dos mochilas y una cámara de video. El FBI dijo que estaba investigando el incidente como intento de asesinato. El sospechoso, Ryan Routh, ha sido acusado hasta ahora de dos delitos relacionados con armas de fuego.
Si bien existen claramente algunas diferencias importantes entre este incidente y el primer intento de asesinato en Julio –cuando Trump recibió un disparo en la oreja durante un meeting en Butler, Pennsylvania–, el hecho de que un hombre armado pudiera acercarse tanto al presidente y pasar desapercibido hasta último momento por segunda vez en dos meses, es un gran problema.
Sin embargo, la reacción del establishment político y de los medios de comunicación ha sido significativamente diferente. En Julio, hubo un amplio acuerdo dentro del establishment de que necesitaban “bajar la temperatura”. Esta semana, la retórica ha cambiado. Si bien la mayoría sigue la moción de denunciar la violencia política, las figuras del establishment y los medios han minimizado este intento de asesinato, han opacado la ideología política del atacante, e incluso han culpado al propio Trump por “provocar” que la gente intente matarlo.
No sorprende que el establishment político y sus cómplices en los medios quieran desestimar o restar importancia a lo ocurrido el Domingo. Porque Ryan Routh, el sospechoso, parece haber estado motivado por la narrativa exacta de la guerra en Ucrania y la perspectiva de un segundo mandato de Trump, la que el establishment intenta con tanto denuedo lograr que el público estadounidense acepte.
A principios de 2022, después de que Rusia invadiera Ucrania, el establishment estadounidense se puso a toda marcha para encubrir todos los acontecimientos que habían conducido a la invasión. En cambio, definieron a Vladymir Putin como un tirano expansionista, empeñado en conquistar toda Europa simplemente porque odia la libertad y la democracia.
Gracias a publicaciones descubiertas en las redes sociales, numerosas entrevistas con medios importantes como The New York Times y un libro autoeditado, podemos ver claramente que Routh estaba completamente convencido de la caracterización de la guerra por parte del establishment. Tanto es así que en los meses posteriores al estallido de la guerra, Routh viajó a Ucrania para intentar unirse a la lucha. Lo rechazaron, aparentemente debido a su edad, pero se quedó para intentar reclutar a otros extranjeros para que se unieran a las filas de Ucrania.
En una entrevista con Newsweek, Routh explicó cómo ve la guerra:
Para mí, muchos de los otros conflictos son grises, pero este conflicto es definitivamente en blanco y negro. Se trata del bien contra el mal. Éste es un libro de cuentos; cualquier película que hayamos visto alguna vez, es definitivamente el mal contra el bien. … Parece como si tuviéramos un líder y un país que no entiende el concepto de ser altruista, generoso y amable, y los valores morales básicos que requieren los seres humanos en estos días. Me deja boquiabierto.
Así es exactamente como los expertos y políticos que componen el establishment político estadounidense quieren que pensemos sobre esta guerra. No como un conflicto geopolítico innecesario que fue siendo intensificado durante décadas antes de estallar en la guerra convencional que vemos hoy, sino simplemente como un enfrentamiento en blanco y negro con un país malvado.
Es importante destacar que, como se puede ver en la apertura del discurso sobre el Estado de la Unión de Biden de principios de este año, el establishment ha combinado explícitamente esta amenaza en el extranjero con lo que ellos llaman la amenaza interna. Es decir, Trump y el movimiento MAGA. Entonces, si una persona perturbada como Ryan Routh está convencida de que sería un héroe si va y lucha contra los malvados rusos en Ucrania, sólo para ser rechazado debido a su edad, no es muy difícil esperar que concluya que todavía podría ser un héroe si pone su mira en lo que le dijeron que es la misma amenaza en casa.
Eso no quiere decir que las voces del establishment que impulsan las narrativas simplistas que capturaron a Routh iniciaron directamente su intento de asesinato; aunque sí lo harían según el standard que aplican a Trump y el 6 de Enero. El problema es que el establishment está utilizando narrativas engañosas y totalmente falsas sobre la guerra en Ucrania, y la ira populista enfocada contra ellos para asustarnos y hacer que votemos de manera que apoye sus intereses. No debería sorprender a nadie que estas narrativas artificiales, simplistas y excesivamente dramáticas lleven a algunas personas a decidir que votar no es suficiente.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko