La plataforma republicana para 2024 promete que si Donald Trump regresa a la Casa Blanca y los republicanos obtienen el control total del Congreso, reducirán la inflación. La plataforma contiene algunas propuestas, como reducir la regulación y ampliar los recortes de impuestos de 2017, lo que podría ayudar a bajar los precios en algunos sectores y estimular el crecimiento económico. Sin embargo, la plataforma del Partido Republicano no aborda cómo contribuye el banco central al alza distorsiva de precios al permitir que los políticos gasten.
Aparte de una promesa obligatoria de recortar el gasto “despilfarrador”, y una promesa de eliminar el Departamento de Educación, la plataforma republicana guarda silencio sobre las propuestas para reducir el gasto federal.
El aparente deseo del Partido Republicano de aumentar el gasto militar es una decepción para aquellos de nosotros que esperábamos que el creciente escepticismo entre los votantes republicanos hacia la intervención extranjera, apagaría el entusiasmo republicano por el complejo militar-industrial. La plataforma también se opone a cualquier reducción de la Seguridad Social y Medicare. Así, los republicanos “fiscalmente responsables” quieren aumentar el gasto en uno de los mayores rubros del gasto federal (“Defensa”), al tiempo que se oponen a los recortes en otros dos (Seguridad Social y Medicare). Los intereses de la deuda pública –otra de las principales partidas del gasto– seguirán creciendo bajo un gobierno republicano. La única forma en que los republicanos parecieran estar defendiendo un gobierno pequeño, es cuando se los compara con los demócratas.
Si bien es decepcionante que la plataforma republicana rechace la responsabilidad fiscal, no sorprende. El presidente Trump ha aumentado la deuda nacional entre U$S 7 y 8 billones. Si bien el gasto se disparó con los confinamientos del covid, la deuda aumentó en billones entre la toma de posesión de Trump y la ola de gastos inspirada en el covid. El gasto aumentó durante los dos primeros años de Trump en el cargo, cuando los republicanos controlaban el Congreso. Ésta no es la primera vez que un presidente republicano traiciona su promesa de recortar el gasto: tanto el presidente Bush como el presidente Reagan hicieron campaña con promesas de recortar el gasto, y sin embargo aumentaron el gasto y la deuda mientras estuvieron en el cargo.
Los políticos no podían aumentar la deuda nacional, a menos que la Reserva Federal monetizara la deuda comprando bonos del Tesoro y aumentando la oferta monetaria para mantener bajas las tasas de interés. La necesidad de monetizar la deuda es la razón principal por la que el banco central debe evitar que los tipos de interés aumenten hasta niveles cercanos a los de mercado. Según Brian Riedl, investigador principal del Manhattan Institute, cada aumento de 1% en los tipos de interés, incrementa los pagos de intereses federales en U$S 35 billones distribuidos en tres décadas.
No es coincidencia que el aumento de la economía basada en la deuda, con niveles cada vez mayores de deuda de los consumidores, de las empresas y (especialmente) del gobierno –junto con la caída acelerada del poder adquisitivo del dólar, reduciendo el nivel de vida de los estadounidenses – ocurriera después de que el presidente Nixon rompiera el último vínculo entre el dólar y el oro. Sin embargo, la plataforma republicana no exige que el Congreso apruebe legislación de la Reserva Federal, y mucho menos cree un mercado libre de divisas mediante la legalización de monedas competidoras. La plataforma no respalda el fin de la capacidad de la Reserva Federal de monetizar la deuda federal, prohibiendo a la Reserva Federal comprar instrumentos de deuda federal.
A aquellos de nosotros que sabemos la verdad, nos corresponde seguir difundiendo el mensaje de que la verdadera clave para hacer grande a Estados Unidos otra vez, es hacer que el dinero vuelva a ser real, auditando y acabando con el banco central.
Traducción: Ms. Lic. Cristian Vasylenko